Contraer matrimonio con un ciudadano (o ciudadana) americana es el camino más común para conseguir la green card. Es, además, uno de los más rápidos.

La mayoría de esas bodas son verdaderas y legítimas, pero hay un buen número de ellas que son falsas, ya que su único fin es que la parte extranjera de la pareja obtenga la tarjeta de residencia permanente, la famosa green card.

Incluso en ocasiones ese matrimonio se celebra a cambio de una compensación económica para la parte americana del "matrimonio".

Castigo si se descubre que un matrimonio es falso

La condena puede ser de un máximo 5 años de prisión y multa de $250,000.

Aunque el castigo se puede aplicar a ambos cónyuges, lo cierto es que el extranjero recibe, en general, una mayor pena: puede ser deportado y, si ya le habían dado la green card cuando se detectó que el matrimonio era de conveniencia, se le quitará la residencia.

Mientras que en la mayoría de los casos el ciudadano americano recibirá sólo un llamado de atención.

Aunque hay excepciones y a veces depende mucho de la jurisdicción en la que se ventila el caso lo más común es que los ciudadanos americanos sean multados e ingresen en prisión por fraude inmigratorio por matrimonio en casos muy excepcionales.

Además hay otra importante diferencia en cuanto a las consecuencias. Si un matrimonio entre un ciudadano y un extranjero es fraudulento y se descubre al menos cinco años más tarde, al estadounidense no le pasará jamás nada. Esto es porque el delito prescribe (statue of limitations).

Sin embargo en el mismo caso el extranjero será privado de su green card y deberá abandonar los Estados Unidos, así hayan pasado más de cinco años desde la boda, porque en este caso no hay prescripción.

E incluso en los casos en los que el extranjero pidió la nacionalidad americana por naturalización podría llegar a perder la ciudadanía. Son proceso muy raros de desnaturalización, pero son posibles.

Los datos sobre matrimonios entre americanos y extranjeros

Aunque no hay estadísticas oficiales se estima que de cada 250,000 matrimonios entre estadounidenses, por un lado y extranjeros por otro, en unos 40,000 casos directamente el USCIS no reconoce tales uniones como matrimonios, por entender que hay fraude y, por lo tanto, ya no se da la tarjeta de residencia permanente al solicitante.

De los aproximadamente 200,000 mil casos en los que sí se da la green card, se estima que hasta un 30% de los mismos pueden ser matrimonios fraudulentos. Sin embargo, se investigan menos del 1%. Generalmente porque ha habido una denuncia, que puede ser anónima.

En estos casos, tanto el ICE (encarga de hacer cumplir las leyes migratorias) como el USCIS (servicio de Inmigración) estudian si realmente investigan el asunto.

Fuente: Inmigración About

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